La periferia
para Gaby Muñoz
Una silla alta a la orilla del deslave
mirador accidental
dos patas a la tierra
dos al aire.
Aquí es el circo
en el deslave el juego es cosa seria
se discuten fieramente los efectos
tipografías, alambres, pelotas
la ética de algunos simios.
La escisión se da según la hora
según la circunstancia.
A debate los discursos sobre ruedas
el quehacer obsoleto de los domadores
la nada sutil diferencia
entre arrastrar un pie
o ambos.
Se levantan en las noches despejadas
antorchas, estrobos, otras luces
caminos inestables
guantes, guiños, hilo y aguja
todo al servicio del silencio.
Ilusión itinerante
palacio comunal
algunas flores
seres invisibles con guadañas.
La arena del oficio es la fisura
se cierran filas en el corte
la marginalidad es un juego de elasticidades
mantenerse y caer en sincronía
la familiaridad huraña del coyote.
Me persigue un segundo desfasado
mi centro removido y animal
mi sombra facciosa y perezosa
hace nudos sin usar las manos.
Se sugieren huertos
corrillos en las calles
el teatro central
una plaza donde sólo hay sol.
Se recomienda tener presente
la vida sin rumbo de los perros
la tenaz enredadera, los lotes de basura
las cortinas.
Se descarta lo útil
lavar la ropa, comer despacio
hacer deporte, hablar.